
Los efectos de la pandemia por el nuevo coronavirus no solo vienen azotando a nuestro país, en cifras de contagios y fallecidos, sino también en el nivel de pobreza que viven los peruanos.
Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en febrero pasado, semanas antes de que llegara la enfermedad a nuestro país, el 20,5% de la población; es decir, más de 6,4 millones de peruanos, se encontraba en situación de pobreza monetaria. Díez meses después, la cifra ha cambiado considerablemente.
El último informe del INEI de diciembre revela que aumentó a 34%, o sea más de 11 millones de compatriotas se encuentran afectados económicamente. El estudio señala que la mayoría de las familias en situación de vulnerabilidad, por lo general, trabajan en el comercio informal. Esta actividad ha sido una de las más afectadas durante los primeros meses de la cuarentena decretada por el Estado de emergencia: 3 de cada 4 trabajadores son informales en el Perú y la otra actividad vulnerable se encuentra en el sector agrario.
En 2019, el índice de pobreza monetaria que registraba el INEI afectó al 20,2% de la población del país, manteniendo los mismos niveles de estudios realizados el 2018. Se estima que las familias consideradas como población vulnerable gastan menos de S/584 mensuales.
Según el INEU, entre los efectos a largo plazo que se esperan, estaría el incremento de las cifras por desnutrición crónica y anemia, ya que la mayoría de esta población se encuentra en zonas rurales del país con un 46.2%.
Otro dato es que el 34,8% de esta población solo cuenta con educación primaria y un 20,2% no tienen acceso a internet.
El informe “Perú: Estimación de la Vulnerabilidad Económica a la Pobreza Monetaria” señala que en el 2019 ya había un 34% de población en la vulnerabilidad. Sin embargo, este 34% de la población no era pobre en el 2019, pero tenía un gran riesgo de caer en la pobreza monetaria ante ciclos negativos en la economía, tal y como viene ocurriendo este año debido a la pandemia.
El Gobierno, durante el aislamiento y la inmovilización social obligatoria dictados por la crisis de la COVID-19, ha proporcionado diversos subsidios económicos para ayudar a las familias peruanas, pero no han sido suficientes. Ad portas de ingresar al Bicentenario, se sabe que los efectos vividos durante esta pandemia han logrado vulnerar a más de 11 millones de peruanos.