Como se sentiría usted si le informara que la casa que tanto espera, y que me comprometí a entregársela completa en abril del próximo año, en realidad va a tardar un poco más. De hecho, solo le voy a poder entregar la mitad de la casa en 12 meses y que en abril solo tendría listo un baño. ¡Ya me estoy imaginando su rostro marcado por una mezcla de decepción y furia!
Algo así nos acaba de pasar con la Ministra de Salud, Pilar Mazzetti, y sus anuncios sobre las vacunas COVID-19. El 23 de noviembre, la titular del sector sorprendió a todos anunciando que el MINSA se había puesto una meta ambiciosa: “vacunar a 24 millones y medio de adultos antes de las próximas elecciones generales”.
El propio ex – Ministro de Salud, Víctor Zamora, al ser consultado reaccionó con cautela ante este anuncio, toda vez que, España con una población de 47 millones de habitantes (15 millones más que la nuestra) y con un sistema de salud con 15,000 establecimientos de salud de primer nivel operativos (Perú tiene solo 8000 y la mayoría de ellos con déficit de personal e infraestructura), miembro de la Unión Europea y donde se invierte 2,200 dólares per cápita en salud; vale decir, unas 10 veces más que nuestro país, se ha puesto una meta más modesta, vacunar 2.5 millones para fines del primer trimestre.
Similar es la situación del Reino Unido. Con una población de 67 millones de personas, un sistema de salud que tiene más de 40,000 puntos del primer nivel, al cual van a agregar como vacunadores a químico farmacéuticos y veterinarios y piensan incorporar a 30,000 personas más para garantizar la vacunación, se ha planteado llegar a 17 millones en abril, empezando esta semana. En el Reino Unido se invierte 3600 dólares per cápita y es, además, uno de los lugares donde se están desarrollando y manufacturando las vacunas
España y el Reino Unido con más capacidades, se planteaba vacunar menos que Perú…
Sin embargo, la ministra Mazzetti, este último lunes, informó a la Comisión Especial COVID – 19 del Congreso de La República, que, en realidad, ya no se vacunarían a los 24 millones prometidos un par de semanas antes, sino solo a 11; y, que tampoco serían para abril, sino que tomaría todo el 2021. Que, para abril, solo se vacunaría a menos de 1 millón de peruanos, dado que durante esos meses llegarían 1.8 millones de dosis del producto producido por Pfizer. Después de eso, y de manera progresiva, nos vacunarían al resto.
¿Cuál es la diferencia con el cuento de la casa? Que a nadie parece haberle molestado o si quiera preocupado estos saltos abismales en las metas. En dos semanas, la ministra la baja de 24 millones a 1. Es más, el resto lo dejó en condicional.
Pero eso no es todo. El 04 de junio de este año, se emitió el DU del 066-2020 mediante el cual se dispone de cerca de 100 millones de soles con la finalidad de garantizar el abastecimiento de oxígeno, ya sea mediante la compra del producto o la adquisición de plantas de oxígeno para ser instaladas en todos los hospitales que vieron sus servicios sobresaturados de pacientes clamando por este medicamento. Efectivamente, con este dinero se llega a comprar oxígeno “a granel”, balones y concentradores; sin embargo, desde la publicación del DU y habiendo pasado 6 meses, el MINSA no habría comprado, hasta ahora, una sola planta productora de oxígeno, dejando nuevamente a los hospitales desguarnecidos frente a la segunda ola, que, además, ya da indicios de activación, especialmente en el norte del país.
Otro tema, no menos importante, es la protección de las comunidades nativas y pueblos indígenas. El 22 de junio se aprueba, mediante DU 079-2020 el financiamiento por 75 millones de soles del “Plan de Intervención del Ministerio de Salud para Comunidades Indígenas y Centros Poblados Rurales de la Amazonia frente a la emergencia del COVID-19”, aprobado un mes antes vía RM 308-2020-MINSA, corrigiéndose así un vacío existente en el primer plan de lucha contra el Covid-19 del 31 de enero. La población beneficiaria llega a cerca de 400,000 peruanos de pueblos indígenas y comunidades nativas viviendo en 5,351 centro poblados rurales, en 10 regiones del país.
Los fondos asignados han sido útiles para paliar el impacto de la Pandemia y otras enfermedades; sin embargo, y cometiendo el mismo error de la ministra Hinostroza, de no haber incluido actividades presupuestadas para estas poblaciones altamente vulnerables, la gestión de la ministra Mazzetti no incluye en el presupuesto del sector para el 2021, los recursos financieros necesarios para garantizar la atención de esta población. De hecho, el primero de enero del 2021, todas las actividades sanitarias de estas comunidades serán seriamente afectadas por falta de recursos.
¿Agotamiento?, ¿Arrogancia?, ¿improvisación? ¿todas las anteriores?