Este sábado en una de las localidades emblemáticas de nuestra Amazonía, la ciudad de Iquitos, se llevó a cabo la Primera Audiencia Pública Descentralizada Conjunta de las Comisiones de Constitución y Descentralización, la cual fuimos honrados en presidirla junto a mi colega Gilmer Trujillo, y que contó con la participación del Presidente del Congreso de la República, Luis Galarreta Velarde y muchos congresistas miembros de dichas comisiones.
Gilmer Trujillo y mi persona, en nuestra calidad de presidentes de comisiones de Descentralización y Constitución, respectivamente, conscientes de la necesidad de ejercer nuestras funciones no solo desde las oficinas, sino acercándonos a los ciudadanos en sus respectivos espacios y circunscripciones donde residen, optamos por efectuar la sesión descentralizada en la ciudad de Iquitos, con el firme propósito de escuchar a sus residentes, tener una perspectiva clara de sus aspiraciones, pero también de las necesidades y de la precariedad que enfrentan en su día a día, que es una situación que no solo se presenta en Iquitos, también es una situación que afecta a gran parte de nuestra población en todo el territorio nacional.
Esto no es algo nuevo, los expertos que han documentado cómo se deben crear las políticas públicas ya han señalado que los hacedores de tales políticas deben realizar un proceso de retroalimentación en el propósito de que la población exprese su opinión sobre las políticas que se implementa desde los diversos estamentos del Estado, lo cual debe derivar en que realicen los ajustes que resulten pertinentes. Esto permite a las autoridades saber de primera mano los problemas que aquejan a la población y que permiten evaluar esquemas para “ser atacados”.
En ese propósito, la sesión tuvo como objetivo mostrar los grandes avances logrados en la primera etapa de la reforma electoral, así como aquellos que ha realizado la comisión de descentralización. Esto claramente difiere de lo que en forma rutinaria han venido haciendo algunos hacedores de políticas públicas. Muchos han olvidado que el fin último de una política pública es mejorar la calidad de vida del ciudadano y no la potencial autosatisfacción personal de haber dado una norma, ya sea de rango legal o reglamentario. Entonces, si el fin último es el ciudadano, resulta imperante acercarse y escucharlo, en función de la recepción que ha tenido el ciudadano de las políticas que se difunden, para así poder recabar información para mejorar o corregir las políticas públicas.
La “Reconstrucción con Cambios”, la cual aún no llega a muchas zonas, pese a que el Fenómeno La Niña ya asoma, es un ejemplo concreto de este problema de enfoque. Lamentablemente se ha evidenciado que los Gobiernos Regionales y Locales ―que son los representantes directos de las poblaciones afectadas― no han recibido la acogida debida por parte de la Autoridad Nacional para la Reconstrucción, pero de forma especial no han sido potenciados en sus capacidades de gestión, lo cual ha derivado en situaciones donde ambas autoridades se “pelotean” su responsabilidad respecto de los evidentes retrasos de la “reconstrucción”. Si se hubiera dado un trabajo conjunto, estoy segura que estos inconvenientes se hubieran superado y se hubieran logrado avances significativos que es lo que espera la población, en especial en el norte del Perú.
En Fuerza Popular se tiene muy clara la necesidad de acercarse a la ciudadanía, para recibir todos sus requerimientos y los planteamientos de alternativas de solución, por ello se ha contado en la sesión que comentamos con una significativa presencia de congresistas del nuestro partido, donde también se hizo presente el congresista Quintanilla de la bancada de Nuevo Perú. Reiteramos nuestro compromiso ante la ciudadanía de seguir trabajando para lograr un país con equidad.