La difusión de este monto, inició una ola de críticas en redes sociales, las cuales señalaban que había prioridades mayores que “gastar dinero de todos los peruanos” en la visita del Sumo Pontífice. La palabra clave en este punto, es “gastar”. Independientemente del credo que profese cada uno, es necesario ver más allá en este caso y acudir a fuentes de información fiables.
De acuerdo a un reciente estudio de DATUM (diciembre de 2017), el 76.1% de los peruanos somos católicos, una cifra que fue reiterada por el Papa Francisco en una entrevista publicada el 13 de enero del 2018. Este dato no es menor, pues revela que aproximadamente 20 millones de peruanos mostrarán interés en esta visita.
Un público de ese tamaño es capaz de generar un impacto económico positivo, tal y como revelan las cifras publicadas hoy en el web del diario Gestión: la visita del Papa Francisco generará ingresos al Perú por hasta US$ 100 millones de dólares, principalmente por la demanda en transporte, alojamiento y alimentación, según las declaraciones del Presidente de la Asociación Peruana de Agencias de Viaje y Turismo (Apavit), Ricardo Acosta.
“Hay mucha demanda por pasajes, hospedajes y restaurantes en Trujillo y Puerto Maldonado, estamos calculando que la visita del Papa Francisco va a dejar entre US$ 80 millones y US$ 100 millones de ingresos”, declaró a la Agencia Andina.
Coincido con Acosta en que la llegada del Papa Francisco pone al Perú en la ‘vitrina mundial’, mostrando un abanico de destinos que van más allá del Cuzco, destacando los atractivos turísticos de Trujillo, Puerto Maldonado y Lima, que son las ciudades que el Papa visitará.
En cuanto a la presencia de visitantes extranjeros que ingresarán a nuestro país para ver al Papa, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) calcula que serían unos 80,000 turistas de países vecinos los que viajarán a nuestras tierras con motivo de esta visita.
Es cierto que la llegada del Papa tiene un alto significado espiritual para quienes pertenecemos a la Iglesia Católica, pero es necesario mirar más allá y entender que esta es una oportunidad que no podemos desaprovechar, un pequeño “milagro” que permitirá recuperar algo del terreno perdido en el 2017.