─ ¿Hola?
─ ¿Quién eres?
─ soy el espíritu de la Navidad y esta noche vengo a tocar tu corazón y tu hogar
─ ¿es una broma? ¡Quien seas no te escondas!, ¡sal y déjate ver!
─ no puedes verme pero estoy aquí contigo como siempre
─ ¿cómo siempre? ¡Pero jamás te vi antes!
─ siempre veías por la ventana, ¿te acuerdas?, siempre terminabas empañándola con tu respiración y luego escribías una frase
─ algo recuerdo, era un niño de 8 o 9 años, cuando vivía en Marcona, ¡sí me acuerdo!, quería salir a jugar con mis amigos, pero no me dejaban salir de noche
─ ¿te acuerdas lo que me decías? Me pedías que también te visitara en Navidad como lo hacía con tus amigos
─ ¡sí, claro! yo los veía jugando felices pero yo no podía salir, además, ellos jugaban con regalos nuevos y con los cuetecillos, en cambio en mi casa esperábamos que llegue las doce para comer panetón con chocolate, y luego a dormir, me parecía muy triste. Por eso te llamaba, pero nunca pensé que estuvieras allí.
─ ¿y te acuerdas que sucedía cuando estabas por dormir?
─ mmm, bueno siempre rezaba antes de dormir, y le pedía a Dios que bendiga a mi familia, y le agradecía porque estábamos todos juntos
─ siempre decías que el otro año debería ser una Navidad mejor
─ sí, tienes razón, siempre digo eso, ¡hasta ahora!
─ ¿y no es así?
─ bueno creo que sí, ahora la paso con mis hijos, ellos están muy entusiasmados con la Navidad, y los regalos, y la llegada de Papá Noel…
─ ¿sólo eso?
─ no, claro que no, lo más importante es que siempre estamos toda la familia, todos juntos en nuestra casa
─ ahora entiendes que siempre estuve contigo
─ entiendo, ¡el espíritu de la Navidad es la familia!, ¡claro!, siempre fue lo que le pedí a Dios, que mi familia siempre esté unida, aunque es muy difícil pero la vida es así, mi madre murió hace 24 años, mi papá sigue trabajando en la mina, a veces recibe la Navidad trabajando de amanecida, tú sabes cómo es allá. Mi hermana está en España, este año no pudo venir, y yo aquí en Lima con mi familia, y sabes, otra vez siento eso en mi pecho, en realidad me pasa cada Navidad
─ bueno, eso les pasa a todos porque sienten nostalgia por las personas que aman pero que esta noche no pueden estar juntos, pero, mira que ahora tienes también tu propia familia
─ es increíble, a mis hijos los veo crecer tan rápido, mi esposa y yo no dejamos de abrazarlos porque sentimos que ya no son nuestros bebés, cada día nos sorprenden con cosas nuevas
─ ¡nunca dejes de abrazarlos y de decirles que los amas!, nunca dejes de recordarles el valor que tiene el estar juntos como una familia, así permaneceré siempre con ustedes dándole sentido a la Navidad y llenando tu hogar de amor y felicidad
─ es cierto, la Navidad es el día de reunión de la familia donde todos nos abrazamos y nos deseamos tener una «feliz familia», esto es lo que debo enseñarles a mis hijos, aunque es más difícil en estos tiempos donde los niños sólo relacionan la Navidad con los regalos
─ el regalo que siempre pediste en tu ventana desde pequeño lo tienes ahora
─ Sí. El mejor regalo que Dios me ha dado es mi familia, es el abrazo de mis hijos cada vez que llego a casa, es el ritual que tenemos cada vez que se van a dormir después de rezar cuando intercambiamos nuestros angelitos de la guarda, nuestros corazones y todo nuestro amor, y sellamos el intercambio con un beso y un abrazo… sí, un abrazo como este que siento ahora mismo… pero… ¿dónde estás?
─ ¿Papá?, ¿ya son las 12? ─ escuché abriendo los ojos.
─ no hijo, aún faltan dos horas, trata de seguir durmiendo, yo te despierto antes de las 12 ─ le respondí.
─ ya papá, aún tengo sueño, pero sigue conmigo en mi cama, los cuetes me molestan.
─ no te preocupes hijo, yo me quedo aquí contigo hasta despertarte antes de la Navidad, me quedé dormido sin darme cuenta.
─ pero papi, si quieres tú también duerme, porque el espíritu de la Navidad vendrá a despertarnos antes de las doce
─ ¿y cómo sabes eso? ─ le pregunté sorprendido.
─ bueno, porque me lo dijo ─ y cerro sus ojos retomando el sueño.
Feliz Navidad a todos ustedes, sé que el espíritu de la Navidad seguirá visitando a todas las familias peruanas, les deseo de corazón que sus hogares se llenen de amor y felicidad, y que esta noche buena sea un momento de recogimiento y reflexión para dejar de lado aquellas emociones que envilecen nuestras almas, es el momento de dejar de lado el egoísmo y el interés particular para dar lugar al amor y la capacidad de dar lo mejor de nosotros para el bien de los demás, sin esperar nada a cambio.
¡Feliz Navidad queridos amigos!