En los últimos días se han reportado varios casos de violencia, no solo contra la mujer, también contra hombres atacados y hasta asesinados por mujeres y, lamentablemente, otros casos donde algunas niñas fueron víctimas de violaciones por sus propios progenitores o maestros de escuela.
Estos casos son una muestra perversa de la escalada que tiene la violencia en nuestra sociedad, un lugar donde la seguridad humana se ve plenamente amenazada en sus diferentes dimensiones. No solo se trata de la violencia intrafamiliar, o la que se deriva de la delincuencia y el crimen organizado, también somos víctimas de la violencia en las calles, las pistas, el trabajo, y hasta en los establecimientos de servicios públicos como los de justicia y salud, por mencionar algunos.
En el último informe de Latinobarómetro, publicado la semana pasada, se identifica a la delincuencia (37%) y la corrupción (19%) como los problemas más importantes del país. Ambos están relacionados directamente con la crisis de valores que padece la sociedad peruana. Tanto la delincuencia como la corrupción buscan apropiarse de lo que no les pertenece, en beneficio propio, por la fuerza, violando la ley y las normas, sin importar el daño social y personal que esto significa, es decir, sin el más mínimo respeto a la ley, a la autoridad, y menos al prójimo.
Una realidad preocupante que se manifiesta abiertamente a través de la violencia que padecemos en estos tiempos. Y se refleja con total claridad en dicho informe donde los peruanos entrevistados califican al país con el mayor grado de corrupción en Latinoamérica. En una escala del 1 al 10 donde el 10 representa el más corrupto, el gobierno, municipios, Congreso y justicia, obtuvieron una calificación que supera el 8.2, por encima de Venezuela y Honduras. Así de terrible es nuestro escenario.
Y respecto de la violencia que consideran más frecuente en nuestro país refieren a la que se da en las calles (35%), dentro de la familia cuya víctima es la mujer (25%), pandillas (20%), violencia verbal (19%), violencia intrafamiliar contra niños (18%), bullying (15%) y crimen organizado (12%).
Esta percepción sobre la violencia y la corrupción está directamente vinculada con el quehacer de la política peruana. Por un lado, porque sentimos que la corrupción está enquistada en la política, y por otro lado, porque creemos que la lucha contra la violencia es únicamente responsabilidad del Estado a través de sus políticas públicas.
Otro factor que juega un rol importante en la sociedad peruana es la manera de cómo nos enteramos sobre los asuntos políticos. El Latinobarómetro identifica a la televisión (73%), radio (33%), redes sociales (28%), familia (22%), diarios y revistas (20%), amigos (20%), Internet (18%) y el trabajo (18%) como las fuentes de información que influyen en nuestra percepción de la realidad que vivimos. Es decir, estos son los canales que debemos mirar con atención para que a través de ellos podamos enfrentar el problema de la corrupción y la violencia en el Perú.
Debemos advertir también que una de las consecuencias de este problema social es la caída estrepitosa de los niveles de confianza de los peruanos. Por ejemplo, en el gobierno (11%), Congreso (13%), justicia (18%), la policía (26%), partidos políticos (11%), solo la Iglesia alcanza un nivel aceptable de confianza (63%), e incluso ante la confianza que podemos darle al otro, al prójimo, alcanzamos solo el 13%, es decir, no confiamos en los políticos, en los poderes del Estado, en las instituciones públicas, y tampoco en nuestros compatriotas.
Esto es una gran advertencia sobre el peligro que corre la vida democrática de nuestro país. Ante la falta de institucionalidad política, se abre paso el desgobierno, convirtiéndose en caldo de cultivo para el surgimiento de grupos anárquicos, totalitarios, radicales e incluso con sesgos golpistas. Espacios que fácilmente resultan financiados por el crimen organizado, el narcotráfico, la tala y minería ilegal, entre otras actividades ilegales que aprovechan el caos, el desgobierno y la falta de autoridad real en el Perú.
En el Perú, según este informe, solo el 16% de los peruanos está satisfecho con la democracia que tenemos. Entonces, ¿qué modelo de gobierno esperamos la mayoría de peruanos? Acaso un gobierno fuerte, coercitivo, que aplique la pena de muerte, es la solución al clima de violencia que vivimos. Acaso el endurecimiento de las penas y las leyes son la solución para evitar más casos de corrupción y violaciones. Acaso el ilustre Congreso que tenemos, cuyos presidentes de sus comisiones que sostienen con firmeza que ahora algunas personas se quieren casar con sus computadoras, tienen las capacidades suficientes para derrotar desde sus curules al crimen, la discriminación y al odio, incluyendo a los “antiestúpidos”.
Necesitamos con urgencia una alta dosis de valores en la sociedad peruana, una inyección del valor de la familia y el respeto al prójimo. En los hogares, escuelas, universidades, institutos, en los medios de comunicación más influyentes, redes sociales, carteles, semáforos, estadios, transporte público, en todos lados necesitamos una campaña emprendida por el Estado y los privados, todos juntos, para revertir esta escalada de violencia y reemplazarla por una cultura de paz y respeto al otro, a hombres y mujeres, a niños y ancianos. No es solo un tema de género, debe ser una decisión política emprendida con firmeza. Esta es la verdadera reconstrucción con cambios que necesitamos en el Perú, en cada familia peruana.
Dato: El informe de Latinobarómetro 2017 es el resultado de un estudio aplicado a 20.200 entrevistas cara a cara en 18 países, incluido el Perú, entre el 22 de junio y el 28 de agosto 2017, con muestras representativas del 100%, de la población nacional de cada país, de 1.000 y 1.200 casos, con un margen de error de alrededor del 3%, por país (véase ficha técnica por país). Responsable: Corporación Latinobarómetro, Santiago de Chile. Ver aquí: Informe 2017.
Muy buen artículo. Ambos problemas se deben de atacar desde el fortalecimiento de las familias como núcleo de la sociedad.. Ahí se inculcan valores. Detrás del lamentable caso de esta chica q mato a 2 personas vemos una chica abandonada x sus padres, 22 años y 2 hijos.. Mientras que no se fortalezcan los valores seguiremos viendo casos como estos