La esencia y espiritualidad de Acción Popular

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Foto: La Industria

Hay líneas que se proyectan desde la alborada de la humanidad hasta el infinito, más allá del presente y muy cerca del futuro lejano. Entre ellas están los principios éticos y morales. Fernando Belaunde Terry, en su afán de establecer una sociedad justa, rescató del Perú antiguo el “trípode ético andino”: Honestidad, Veracidad y Laboriosidad. Y consideró de suma importancia rendir culto a la verdad, culto a la honradez y culto al trabajo. Es decir el triple culto.

Estas enseñanzas lamentablemente en el Perú de hoy se están perdiendo. La cruda y triste realidad nos indica que la codicia busca imponerse sobre la justicia, la vanidad sobre la humildad, la mentira sobre la verdad, la ociosidad sobre la laboriosidad. El hombre necio mira con desprecio al hombre digno, incluso hasta pretende humillarlo. Este escenario se produce en las diversas actividades humanas y en especial en la política partidaria.

Para Fernando Belaunde Terry, estos principios son parte constitutiva del Perú como Doctrina, son la esencia y espiritualidad de Acción Popular. Es importante que sus verdaderos discípulos lo tengan en cuenta y se alejen de aquella afirmación: “El fin justifica los medios”. Así mismo, que no vendan sus conciencias por unas cuantas monedas y que no se dejen impresionar por los cantos de sirenas y por la frivolidad del facilismo. Que no adoren a “becerros de oro” y que jamás sigan a falsos profetas.

Ilustres compatriotas nos han enseñado la firmeza de su carácter y no han sucumbido a la tentación de torcer su camino moral, por el hecho de querer satisfacer su apetito personal y material. La honestidad es un clamor nacional, de allí que Fernando Belaunde Terry constituye  un paradigma a seguir. Junto a él encontramos a Valentín Paniagua y a Sandro Mariátegui. Dignos peruanos, protagonistas de la política nacional.

El político partidario y en especial el correligionario tiene la obligación de ser coherente, no basta con decir: Soy honesto, sino que tiene que serlo. Los antiguos romanos decían: “La mujer del césar no solo tiene que serlo sino parecerlo”. De allí que el desafío que tiene Acción Popular es ir en el sentido de mantener esa coherencia, hacer política teniendo en cuenta que los tesoros más grandes que tiene un ciudadano de bien, están en su mente y en su corazón. Que es importante combinar la inteligencia con los nobles sentimientos. Así mismo, los que tienen el tesoro en su billetera y  alcanzan el éxito efímero porque actúan con soberbia y petulancia, estos: “Son tan pobres, tan pobres que lo único que tienen es dinero”.

Una sombra oscura llena de soberbia se aproxima a Acción Popular, hay quienes lo aplauden, lo celebran y le abren las puertas, porque consideran que les llegará el dinero que necesitan para hacer política. Incluso no les importa que esta sombra llegue sin respetar las normas partidarias y que mienta a voz en cuello cuando dice que nunca ha renunciado al partido, olvida que en el Registro de organizaciones políticas del JNE aparece como Presidente y fundador de otra organización política. A los alentadores no les importa que pocos años antes en su intento de formar su propio partido, hizo renunciar a su militancia a muchos correligionarios.

Los que aplauden esta presencia no quieren ver que ya no podremos decir: Que Acción Popular es la reserva moral del Perú. Poco les importa que la Ley de la hermandad se esfume, y que el respeto mutuo desaparezca. Quieren ignorar que en adelante reinará la venganza política, la revancha, la política del pisco y la butifarra. La propuesta digna será reemplazada por la moneda fría y calculadora. Los que aplauden, creen que de concretarse el retorno al partido de este personaje constituye mi derrota, no se dan cuenta que al que están derrotando y humillando es a los principios del partido.

Con la presencia de esta sombra, las buenas costumbres desaparecerán. Los principios enarbolados por Fernando Belaunde Terry, serán arriados. La juventud valiente, honesta y perseverante es la llamada a defender los principios de la trilogía andina, que son la esencia y espiritualidad de Acción Popular. Si no lo hacen terminarán contaminados, condenados al fracaso y siendo testigos del derrumbe de nuestro glorioso partido. Hagamos que la luz blanca del gran amanecer se imponga sobre la oscura sombra que se aproxima.

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