Los recientes estudios de la OCDE sobre gobernanza pública de 2016 para el caso de Perú señalan que es necesaria una Gobernanza integrada para un crecimiento inclusivo. Entre otras cosas, el estudio señala que “el gobierno abierto y la transparencia son elementos clave de un Estado que está atento y que responde a las necesidades de los ciudadanos”.
Gran parte del desentendimiento y desencantamiento que se produce recurrentemente entre los gobernantes y los ciudadanos (los gobernados) proviene de una falta de transparencia en las acciones del Estado, no solo cuando estas ya están consumadas, es decir, al final de buenos o malos procesos, sino que no se transparentan las etapas previas a las implementaciones, es decir, cuando se planifican.
Es importante que cada ciudadano sepa, antes de implementado, qué pasará en su región, provincia y distrito, no solo porque la transmisión de información es también un derecho ciudadano, sino porque contribuirá a facilitar el entendimiento y comprensión sobre determinado tema.
No es posible ya, que en el siglo de las comunicaciones y la información, se pretenda no compartir la información. Una población informada, un manejo simétrico de la información, ciertamente contribuirá a un mejor control ciudadano y facilitará los necesarios diálogos: antes, durante y después de implementar políticas públicas.
Hoy en día resulta usual consultar el portal del MEF y obtener información sobre los presupuestos aprobados, los vigentes y los de años anteriores, para cada nivel de gobierno y dentro de ellos para cada Unidad ejecutora, “consulta amigable” que resulta muy valiosa para cualquiera autoridad o ciudadano de a pie que requiera consultarla. Eso es transparencia también.
No hace muchos años, los presupuestos de cada órgano de gobierno, sea nacional, regional o municipal, eran casi un misterio, en cambio hoy en día, cualquier ciudadano de a pie, cualquier político, de cualquier nivel de gobierno y de cualquier poder del Estado, puede consultar directamente, no solo los presupuestos aprobados, sino que puede monitorear el nivel de ejecución, cómo está distribuido el ingreso y el gasto, sea en proyectos, en pagos de personal, si tienen Canon o no, quién recibe más FONCOMUN, etc., etc. Basta consultar el portal web del MEF, “la consulta amigable”.
Habría que preguntarse si este acceso a la información administrativa y financiera del sector público, ¿ha contribuido con la transparencia?, ¿facilita hacer seguimiento y control?, ¿contribuye a la rendición de cuentas? La respuesta es categórica: SÍ.
Y entonces nos preguntamos, ¿por qué no hay más esfuerzos de transparentar lo que sucede en la administración pública?, ¿por qué el misterio?
¿La transparencia no facilitaría las actuaciones públicas?, que recordemos se hacen con recursos públicos, es decir, recursos de cada uno de nosotros. ¿No tenemos derecho a saber antes de que se implementen los proyectos con nuestros recursos, cómo es que se han priorizado y focalizado? Lo cierto es que SÍ, categóricamente.