Habría que ser ciego para no darse cuenta que Venezuela vive hoy los últimos días de Maduro… Habría que ser ciego para no aceptar que un 90% de ausentismo en las elecciones de ayer convocadas por la dictadura chavista para una Asamblea Nacional Constituyente significa que ese gobierno autoritario no tiene ya legitimidad social… Habría que ser ciego para no reconocer la valentía de salir a las calles de esos 113 jóvenes muertos, 1,542 heridos y más de 500 presos que gritan al unísono ¡LIBERTAD!…
Hace bien el gobierno del Presidente Kuczynski en liderar una causa justa, como es la de devolver a Venezuela su condición democrática; pero lo tiene que hacer con la firmeza que requiere este tipo de situaciones. No basta con hacerlo a nivel declarativo. Requiere de acciones y medidas concretas que afecten y den golpes certeros al corazón de la dictadura.
Lo que no debe suceder es que sigan pasando los días sin una reacción mundial en cadena. Lo que no debe suceder es que todo quede solo en no reconocer la elección “ilegítima”, como ya lo hicieron Argentina, Costa Rica, Colombia, Brasil, Panamá, Paraguay, EE. UU. y Canadá, así como el Parlamento Europeo y el Reino Unido. Lo que no debe suceder es que la cita ―hecha por el Perú― para el 08 de agosto con el objetivo de reunir a los cancilleres, demuestre que las acciones diplomáticas son insuficientes. Algo debe suceder pronto y ya.
Dirán, los amantes de la dictadura, que los peruanos no debemos interferir en las decisiones soberanas de otros países, como Venezuela; pero cuando la sinrazón pone en peligro la existencia de la especie y no duda en sostener un poder vacío a punta de sangre y violencia, es necesario intervenir para impedir que la autodestrucción de otros pueda significar también la nuestra.
Sería importante, por cierto, que el Presidente Kuczynski no limite esta decisión al Ejecutivo y a su gabinete de lujo, sino que haga partícipe de estas decisiones de gobierno a todas las fuerzas políticas de oposición que, sin duda, querrán enfrentar con firmeza y energía una enfermedad política como el chavismo, o su trágica versión convertida hoy en ese impresentable llamado Nicolás Maduro.
Primero solucionemos nuestro pais , como estamos los Peruanos y luego nos enfocamos a dar un vistazo a Venezuela, lo k hoy venis d venezuela es la intromision del imperialismo yanki x el petroleo y eso no sabemos disernir aprendamos y reflexionemos