La informalidad en la que nos encontramos, sea por exclusión y/o por escape(1), nos muestra situación que viene incrementándose. ¿Qué debemos hacer?
Una reciente presentación en CADE Universitario 2017 “Perú ¿País Desarrollado?”(2) puso en discusión si debemos eliminar este flagelo o resignarnos a vivir con él. Seamos sinceros: Aceptamos la informalidad como parte de nuestra vida.
Los grandes emprendedores micro y pequeños empresarios, mencionados como ejemplos en diversas lecturas, se iniciaron como informales(3). Solo cuando quisieron dar el gran paso para crecer y ser competitivos se adecuaron a la rigidez de la normatividad y procedimientos. Lamentablemente, esos casos son contados con los dedos de la mano, y la gran mayoría aspira solo a tener un ingreso (a veces el que sea) para pagar deudas, comer y/o subsistir.
Cada gobierno de turno, así como sus candidatos, ofrece reducir la informalidad drásticamente. Pero a medida que avanza su gestión esta proyección disminuye. Periódicamente se repiten las medidas: Delegación de facultades, beneficios tributarios, reducción de barreras burocráticas, etc. Lamento decir que no están funcionando, como ya lo dijo un conocido economista pese a la terquedad e insistencia de otro que ocupa (ocupó) un alto cargo en el Ejecutivo(4).
Pretender que de la noche a la mañana se creen puestos de empleo formales y que estos sean productivos resulta una falacia. No hay industria o empresa que pueda cubrir el millón de empleos formales que requieren los jóvenes entre 15-24 años (sin incluir a los adultos). Y tampoco encuentro un horizonte optimista, pues PRODUCE dejó de lado el Plan Nacional de Diversificación Productiva sin presentar un planteamiento alternativo.
Ahora toca ser propositivos. Iniciemos desde cada sector, pero en forma coordinada, acciones pequeñas pero concretas. Los emporios de la informalidad ya están identificados. Actuemos primero preventivamente. Nuestra educación está mejorando, pero debe ser superior y competitiva. Hoy, los jóvenes tienen acceso a un aliado que es la comunicación online, portales de Internet donde puedes aprender, comparar, adecuar y proponer alternativas para cada caso concreto. Lo único que tienen que hacer es poner atención y pensar. Si el Estado los ayuda, esto no sería costoso.
Los sectores agricultura, comercio y servicios serán los que crecerán. Nosotros debemos atraer la innovación y el uso de la tecnología para adecuarnos(5), pensando en el crecimiento de la población, en las mayores demandas, nuevas enfermedades, y en que los adultos mayores ahora viven más tiempo. Por ello, el Estado debe enfocarse en cubrir el déficit en infraestructura, reforzar la institucionalidad, garantizar el acceso universal a la salud de calidad e implementar un nuevo sistema previsional que involucre a todos, así como otorgar solo una Pensión No Contributiva (Pensión 65) a los pobres debidamente focalizados —que hoy superan los 500,000 beneficiarios con un costo de S/. 800 millones anuales.
(1) http://siteresources.worldbank.org/INTLACINSPANISH/Resources/SP_lacf_Overview.pdf
(2) https://www.youtube.com/watch?v=I02KiPwvGbA
(3) https://es.slideshare.net/ajavess/11-diez-casos-de-exito-empresarial-peruano-actual
(4) http://gestion.pe/opinion/editorial-cuidado-ruta-2190135