El baile de Kenji

0
Foto: La Primera

Los enemigos del fujimorismo disfrutan el juego mediático que el congresista Kenji Fujimori viene desplegando hace ya unas semanas, socavando el liderazgo que ejerce su hermana Keiko al interior del partido. Pero olvidan los analistas que la comunicación política efectiva solo será tal, cuando la percepción que se ofrece tenga un correlato con la realidad. Al parecer, eso no ocurre al interior de Fuerza Popular.

Si algo consiguió el benjamín de los Fujimori con su comportamiento antipartido, más que socavar las estructuras del que hoy es considerado por muchos el movimiento político más organizado y con mayor cobertura en el Perú, es haber despertado a su hermana Keiko del sabático que se tomó tras la última derrota electoral.

Ello explica su estratégica iniciativa para sentar al Presidente Kuczynski en un diálogo que el país pedía a gritos, poniendo sobre la mesa la posición de la bancada de oposición sobre temas candentes de la agenda pública. Ello explica también que su organización política haya puesto en observación al benjamín por su conducta “infraterna” con la bancada y lo haya llamado al orden de inmediato.

Hoy martes, cuando Kenji asista a la reunión de bancada y escuche el veredicto final del comité de disciplina que analiza su caso, bailará el ritmo que definan su hermana Keiko y el partido al que hoy debe lealtad. Si Fuerza Popular confía en su fortaleza interna, inteligente sería suspenderlo de las funciones que tiene con la bancada y pedirle reflexione sobre su permanencia en el partido, de manera que quede en sus manos la decisión final de su partida o su integración definitiva al proyecto naranja.

Visto desde otra perspectiva, la lucha entre los hermanos Fujimori no sería una pugna por la herencia paterna. Tal vez funcione para el benjamín, quien se encuentra atrapado en una lucha personal por definir su propia identidad respecto al legado del padre. Pero Keiko, como lo ha repetido en múltiples ocasiones, estaría buscando una identidad partidaria que no esté sometida más al apellido paterno.

Lo que no deben olvidar ambos es que la naturaleza de los partidos políticos es administrar intereses ciudadanos… y el arte de la política es hacerlos comulgar en un discurso coherente y sostenido. De otro modo, solo seguiremos reproduciendo esta suerte de gobiernos sin base social que terminan traicionándose unos a otros y solo piensan en sí mismos.

¡Participa del debate! Deja tu comentario

Por favor, ingrese su comentario
Por favor ingrese su nombre aquí