Es curioso que en toda recepción nupcial siempre hayamos escuchado la misma canción, pero nunca nos acordábamos del interprete, que unía en suaves armonías a la pareja de recién casados. Google me regaló el dato: Johan Strauss. Volviendo a nuestra realidad, esta mañana (y digamos desde anoche) las tendencias en redes sociales se han convertido en nuestra recepción digital de lo que podríamos decir, un vals prolongado de lo que ya veíamos venir; los Humala Heredia viven tal vez el momento más crucial de su carrera política, no al unísono de un “Tiempo de vals” o un “Danubio”, podríamos decir al ritmo de unos balones de gas que ayudaron (en algo) a bajarle las revoluciones a su acelerado pico en los trending topics.

Más allá del desenlace histórico que nos pueda ofrecer esta coyuntura, es curioso que nuevamente y en un corto plazo (gobierno mediante), podamos volver a ser protagonistas del infortunio de otra pareja presidencial.