Recorrer el Perú es una experiencia apasionante, nos permite admirar la belleza de la costa, a la sierra mística y a la selva misteriosa. Nos encontramos con el verdor de las montañas, picos y blancos nevados, ríos inquietos, lagunas con aguas cristalinas, largos y sedientos arenales que algunas veces son besados por el mar. Además, encontramos a un pueblo ávido de superación que lucha contra el infortunio. Y un patrimonio cultural majestuoso que da cuenta de la inteligencia del peruano antiguo.
Nuestra gente requiere de una urgente acción y efectiva para luchar contra el infortunio, que se expresa en problemas de salud, educación, alimento y trabajo. En mi recorrido hago un alto y reflexiono y me pregunto ¿qué hacer? ¿Qué camino seguir? Para salir adelante. Uno de los caminos a seguir es generar conocimiento, emular al Perú antiguo que tuvo la capacidad para desarrollar una política hidráulica, vial y planificadora. Y expulsó al hambre de sus tierras.
Es importante que demos el gran salto cuántico. Sustentado en la ecuación de la transformación CTI=TIC, y orientado por la virtud de la justicia logremos la justa distribución del saber. La Ciencia la Tecnología y la investigación con innovación, debe constituir la política de Estado central de nuestro país, que nos lleve a generar conocimiento para darle valor agregado a las diversas actividades productivas y a su vez nos permita generar empleo digno para todos los peruanos. Este conocimiento debe permitirnos mejorar nuestros sistemas de producción agrícola, ganaderos, forestal, marítimo, turismo y de transformación como la metalmecánica y construcción. En este desarrollo el rol protagónico de la Universidad es clave y trascendental, por lo que su orientación académica urge para orientarlo hacia la estrecha vinculación que debe tener con la empresa, el gobierno y la sociedad.
En la visión de país, debemos tener en cuenta nuestro desarrollo tecnológico. CEPLAN tiene la obligación de fomentar su desarrollo y planificar las acciones pertinentes para hacerlo realidad, no puede ser un convidado de piedra, su obligación radica en hacerlo transversal al manejo de la cosa pública. Conjuntamente con CONCYTEC, promover los parques científicos y tecnológicos, los sistemas regionales de innovación, las ferias tecnológicas interuniversitarias, propiciar las alianzas públicos y privadas para fomentar actividades para consolidar la ciencia y la tecnología. Las patentes del investigador peruano no deben hacerse esperar tanto.
Las Tecnología de Información y Comunicación (TIC), nos permiten transferir el conocimiento, formar equipos multidisciplinarios y multisectoriales. Consolidar la teleducación, la telemedicina y el gobierno electrónico. Nos da la oportunidad de acceder a Internet y establecer con niveles internacionales la banda ancha. Una de las grandes brechas que hay en nuestro país es la digital, disminuirlo es un gran desafío que nos llevará a la inclusión digital consolidando de esa manera la democracia social. Los pueblos alejados requieren Internet, claman salir del aislamiento del mundo, invocan estar informados. Nuestro país requiere de una urgente democratización de la información.
En definitiva, la pobreza se derrota generando riqueza sustentado en una justa distribución del tener y del saber. De allí la importancia de la CTI y las TIC. Más yo, con fe y optimismo imagino un Perú integrado y comunicado por la fibra óptica, que traslada el conocimiento generado por el ingenio creativo del peruano, que esboza una sonrisa diciendo: ¡Verde sigue siendo mi valle!