El desarrollo de la Ciencia y Tecnología debe tener un soporte, que le sirva de sustento para que pueda alcanzar el éxito; el mismo que no solo debe ser esperado, sino también planificado. Las instituciones llamadas a constituir ese soporte son: la empresa, el gobierno y la universidad; las cuales necesariamente ameritan ser organizadas simétricamente, para constituir el triángulo del desarrollo tecnológico.
El triángulo, debe facilitar la asociatividad entre ellos, y permitirles mantener una comunicación fluida, así como compartir una visión de futuro. En ese sentido, una manera concreta para lograrlo, es desarrollando en forma conjunta proyectos de investigación, capacitación y ejecución; apelando a la capacidad de poder integrar las mentes brillantes que hay en las tres instituciones.
Por lo tanto, el Gobierno debe impulsar un rol orientador, y promotor; el cual deberá comprender una política clara de patentes, proveer a las universidades estatales de laboratorios, dar incentivos a los profesores y alumnos, desarrollar programas de capacitación internacional, con el ánimo de aprovechar las experiencias de otros países, que han recorrido un camino similar al nuestro; y finalmente canalizar y buscar fuentes de financiamiento para poder afrontar con éxito los proyectos.
En este contexto, es menester que el gobierno realice, un desarrollo y manejo adecuado de la información primaria, tales como: de índole estadístico, la misma que lamentablemente hoy en su contenido aparece muy débil. Además de ello, también se necesita conocer los sectores productivos, donde deben realizarse las actividades de Investigación, Desarrollo e innovación. En otras palabras es necesario fomentar y consolidar la vigilancia tecnológica, a través de una red nacional.
Las empresas, deben sensibilizarse en el desarrollo y aplicación de la ciencia y tecnología; debiendo reinar en ellas, una cultura organizacional que permita a su personal, desarrollar su creatividad e innovación de manera permanente, con una constante actualización profesional.
La universidad, que constituye el otro protagonista del desarrollo, debe tener la capacidad de gestionar estratégicamente sus recursos financieros y humanos, para de esa manera poder tener proyectos con resultados exitosos, cuya aplicación se vean reflejados en la solución de problemas específicos. Para nadie es un secreto de las limitaciones que se tiene en los aspectos financieros, por ello es necesario aplicar un manejo adecuado de la generación de sus recursos.
Desarrollar y consolidar el triángulo del desarrollo tecnológico, debe ser prioritario para el gobierno, el cual a través de políticas de estado, debe dinamizar las diversas actividades empresariales, académicas y gubernamentales. No olvidemos que sin CTI, jamás alcanzaremos la tan ansiada competitividad.