El análisis costo-beneficio es una deuda que el Parlamento aún no ha conseguido saldar, concretamente en la función legislativa. Es una terrible práctica parlamentaria que los proyectos de Ley no consignen como análisis costo-beneficio: “La presente iniciativa no genera gastos al Estado”.
Esta situación pone en evidencia que se entienda por costo-beneficio los “efectos monetarios” sin que se alcance un mayor análisis como “beneficiarios” o “incidir en ellos”.
El sentido común nos obliga a pensar que cualquier propuesta legislativa tiene un impacto, no solo en el ámbito operativo del Ejecutivo, sino sobre todo en la sociedad y en los actores involucrados en los alcances de la norma.
El análisis costo- beneficio, en el marco del Análisis del Impacto Regulatorio como instrumento, nos brinda significativos beneficios. Le imprime mayor racionalidad al proceso de toma de decisiones, y nos da la posibilidad de escoger las soluciones más eficientes para la sociedad.
Calcular el impacto de las normas en la sociedad, por cierto, y estimar los costos adecuados requiere cierto grado de especialización que, sin duda, es una competencia por el cual el Congreso debe apostar.
La OCDE en el Estudio de la Política Regulatoria del Perú ya nos dio recomendaciones de políticas basadas en mejores prácticas internacionales, con el objetivo de fortalecer la capacidad del gobierno para gestionar la política regulatoria. En virtud de ello, muchas agencias y ministerios ya tienen la obligación de realizar un análisis costo-beneficio para conjuntos específicos de regulación y de ponerlos a disposición del público.
En el país existen hoy más de 600 mil normas vigentes y se emiten aproximadamente más de 8 regulaciones por día. Si toda esta cantidad de normas no cuentan con un correcto análisis de costo-beneficio estamos contribuyendo a una sobrerregulación que perjudica nuestro futuro desarrollo.
Este Nuevo Congreso, por ello, debe diferenciarse por un trabajo técnico en sus propuestas. Eso solo lo conseguiremos con una mayor profesionalización de los equipos que brindan soporte y apoyo al trabajo de los congresistas.