Leí en una nota de Oppenheimer, que en una visita a Silicon Valley, tuvo un encuentro interesante con un vendedor del futuro: Un robot, que le dio una idea de cómo podría ser el mundo del trabajo en menos tiempo del que pensamos.
El robot de la foto que paseaba por el pasillo de una tienda, lo saludó y le dijo: “Hola, ¿hay algo que te pueda ayudar a encontrar hoy?”, «Busco un foco», respondió, y el robot mostró en su tablet 12 diferentes tipos de focos, todos con su respectiva foto y precio.
Seleccionó uno, y el robot dijo: “Ese artículo está en el pasillo 7. ¿Quieres que te lleve allí?” Y se fue guiándolo.
Un nuevo estudio del McKinsey dice que robots como este tendrán un impacto directo en la mitad de nuestros trabajos en menos de 20 años. Futuristas en Silicon Valley admiten que la robotización afectará la fuerza de trabajo en pocos años.
En América Latina hay más gente que hace labores repetitivas en industrias manufactureras o agrícolas que pueden ser reemplazados, según el estudio. La automatización puede afectar a más del 51% de los empleos en Perú.
En Norteamérica el debate ha comenzado. Pero, en América Latina donde según el estudio el impacto será mayor– el tema ni siquiera está en la agenda. ¿No es hora de que empiece a estarlo?