Cuando muchos, sin jerarquía alguna, tienen injerencia en un tema, el resultado puede demandar más tiempo y no ser eficiente.
La Ley N°30556, que crea la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios ―aprobada recientemente―, dispone que todas las coordinaciones (1) Diseñar el plan de reconstrucción, (2) Presentar observaciones al plan e (3) Implementar el plan serán consultadas a los gobiernos regionales y locales correspondientes. No se determinan ni roles ni jerarquías para que esa coordinación no se convierta en una torre de Babel. Pero se corre el riesgo de que “muchas manos en un plato hagan garabato”.
Cada jurisdicción geopolítica y administrativa de nivel distrital, provincial y regional superpone territorio y administración política. Cada territorio distrital tiene un gobierno municipal distrital y, a la vez, estos territorios distritales conforman una provincia con su correspondiente gobierno municipal provincial. Finalmente, estos territorios provinciales conforman la jurisdicción geopolítica y administrativa correspondiente a un gobierno regional.
¿Y la descentralización? ¿No debería aprovecharse esta oportunidad para fortalecer el rol que cada gobierno regional debe asumir dentro de su jurisdicción geopolítica y administrativa? ¿No debería permitírsele a los gobiernos regionales liderar su propia jurisdicción? ¿No deberían ser los gobiernos regionales los llamados a estructurar la coordinación con sus gobiernos locales municipales provinciales, y estos, a su vez, con los gobiernos municipales distritales? Lo decimos para efectos de formular el plan, observarlo e implementarlo, además de identificar la necesidad de los programas y proyectos. ¿No es eso también un principio de subsidiaridad?
Las actividades de gobierno en sus distintos niveles alcanzan mayor eficiencia, efectividad y control de la población si se efectúan descentralizadamente. La unidad y eficiencia del Estado, entre otras cosas, es un objetivo político que se solo será resultado de la adecuada relación entre los distintos niveles de gobierno y la administración estatal.
¿No sería un logro, la formulación de un Plan de Reconstrucción Regional Concertado con municipalidades y sociedad civil en cada región afectada, liderados por su gobierno regional, y soportado técnicamente por la recientemente creada Autoridad para la Reconstrucción con Cambios?